Enero pasado, Colombia tenía 100.837 viviendas en oferta en 3.127 proyectos, de los cuales 60 por ciento se estaba ofreciendo en preventa, es decir, sobre planos.

Los datos de Coordenana Urbana –sistema de georreferenciación de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol)– confirman la importancia de este mecanismo de comercialización, que al comprador le permite congelar el precio de venta del inmueble y pagar la cuota inicial en un lapso que oscila entre 12 y 18 meses.

De esta forma, al recibirlo luego de ese tiempo se gana los ajustes en el precio, a través de la valorización.

Otro dato para resaltar según la presidenta del gremio, Sandra Forero, es que del total de 100.837 unidades, 52 por ciento de la oferta corresponde al estrato 3 y 30 por ciento, al 4.

Esto coincide con recientes informes que ubican a estos segmentos como los de mayor potencial para el sector constructor.

BIEN EN EL ESTRATO MEDIO

De hecho, según el Dane, en enero pasado se licenciaron 1’086.028 metros cuadrados para vivienda, de los cuales la mayoría se concentró en los rangos medio-bajo, bajo y medio, para los cuales se aprobaron 831.433 metros cuadrados, o sea, el 76,6 por ciento del total.

Con la comercialización sobre planos, estos segmentos han tenido la ventaja de cuadrar mejor su presupuesto y, de paso, de impulsar la oferta, a la que –precisamente– le está apostando el Gobierno.

Al indagar sobre las ventajas de comprar sobre planos, el sitio de la Asobancaria abcmicasa.com explica que comercializar el proyecto primero y construir solo cuando tiene un número de compradores que aseguren el punto de equilibrio, les ofrece más garantías a los compradores y vendedores.

Esto, además, está ligado a la participación de la fiduciaria, cuya función principal es administrar el dinero de los inversionistas.

De esta forma asegura que los recursos se inviertan en el proyecto en los términos que el constructor ofreció.

Además, garantiza su devolución si la obra no se lleva a cabo.

 

Fuente: Portafolio